Alerta de terremoto , http://alertadeterremototike.blogspot.com/
Tim Keppel. Textos en inglés. , http://tikentcingles.blogspot.com/
Tim Keppel. Textos en inglés. , http://tikentcingles.blogspot.com/
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*** ACTUALIZACIÓN AL 2o de DICIEMBRE DE 2009
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--> El año nuevo . Por: Cuento: Tim Keppel / ilustración: José Rosero
Fragmento del libro ‘Cuestión de familia’ Ed. Alfaguara
EL ESPECTADOR, Cultura 19 Dic 2009 - 9:58 pm . impreso Dic. 20 09
http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articuloimpreso178208-el-ano-nuevo . Allí texto completo.
Fragmento del libro ‘Cuestión de familia’ Ed. Alfaguara
EL ESPECTADOR, Cultura 19 Dic 2009 - 9:58 pm . impreso Dic. 20 09
http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articuloimpreso178208-el-ano-nuevo . Allí texto completo.
INCLUIDO EN : CUENTOS DE NAVIDAD http://www.elespectador.com/tags/cuentos-de-navidad . EL ESPECTADOR, Cultura 19 Dic 2009 - 9:58 pm . impreso Dic. 20 09
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*** ACTUALIZACIÓN AL 17 de DICIEMBRE de 2009
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*** ACTUALIZACIÓN AL 17 de DICIEMBRE de 2009
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--> LIBROS EN NAVIDAD, Al margen. Por: Germán Patiño
EL PAÍS, Cali, Diciembre 14 de 2009
http://www.elpais.com.co/historico/dic142009/OPN/opi1.html
Contra lo que piensa mi buen amigo Julio César, pienso que Navidad es una época propicia para los escritores. No tanto porque todo sea mejor, sino porque podemos dedicarnos a escribir sobre cosas que nos gustan y no estamos tan obligados a comentar los acontecimientos de actualidad. Si no fuera por Navidad no podría escribir esta columna y tendría que dedicarme a un tema que me fastidia tanto como el personaje: los ya incontables desaciertos de Álvaro Uribe.
Pero, como es Navidad, puedo dedicarme a recomendar libros, que constituyen el mejor, más personal y barato regalo para la época. Hoy tengo cuatro:
‘Cuestión de familia’, de Tim Keppel, la mejor novela publicada en Colombia en el 2009. Un retrato literario de un maravilloso personaje femenino. El elogio de la madre sin sensiblerías ni cursilerías, elogio que a veces adquiere tono de reproche. Una narración palpitante y llena de vida, que nos reconcilia con la buena literatura, que es algo más que simplemente una historia bien contada. Keppel es un maestro de la técnica literaria y en este libro nos lo demuestra. Especialmente buena para regalársela a escritores, en ciernes o hechos y derechos.
‘El soldado que desapareció entre la niebla’, de Gonzalo España. ….
Sigue: http://www.elpais.com.co/historico/dic142009/OPN/opi1.html
------EL PAÍS, Cali, Diciembre 14 de 2009
http://www.elpais.com.co/historico/dic142009/OPN/opi1.html
Contra lo que piensa mi buen amigo Julio César, pienso que Navidad es una época propicia para los escritores. No tanto porque todo sea mejor, sino porque podemos dedicarnos a escribir sobre cosas que nos gustan y no estamos tan obligados a comentar los acontecimientos de actualidad. Si no fuera por Navidad no podría escribir esta columna y tendría que dedicarme a un tema que me fastidia tanto como el personaje: los ya incontables desaciertos de Álvaro Uribe.
Pero, como es Navidad, puedo dedicarme a recomendar libros, que constituyen el mejor, más personal y barato regalo para la época. Hoy tengo cuatro:
‘Cuestión de familia’, de Tim Keppel, la mejor novela publicada en Colombia en el 2009. Un retrato literario de un maravilloso personaje femenino. El elogio de la madre sin sensiblerías ni cursilerías, elogio que a veces adquiere tono de reproche. Una narración palpitante y llena de vida, que nos reconcilia con la buena literatura, que es algo más que simplemente una historia bien contada. Keppel es un maestro de la técnica literaria y en este libro nos lo demuestra. Especialmente buena para regalársela a escritores, en ciernes o hechos y derechos.
‘El soldado que desapareció entre la niebla’, de Gonzalo España. ….
Sigue: http://www.elpais.com.co/historico/dic142009/OPN/opi1.html
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--> CUESTIÓN DE FAMILIA. LA MUERTE Y LA VIDA EN LA LITERATURA
La más reciente obra del escritor norteamericano Tim Keppel ‘Cuestión de familia’ nos sucumbe a los instantes previos de la muerte, a su olor y presión. Nos conduce a ser partícipes de una familia que no es la nuestra y nos alimenta de un hastío que convierte una novela en una gran pieza narrativa.
Por Ángela Castro, Licenciada en Literatura
La más reciente obra del escritor norteamericano Tim Keppel ‘Cuestión de familia’ nos sucumbe a los instantes previos de la muerte, a su olor y presión. Nos conduce a ser partícipes de una familia que no es la nuestra y nos alimenta de un hastío que convierte una novela en una gran pieza narrativa.
Por Ángela Castro, Licenciada en Literatura
LA PALABRA http://lapalabra.univalle.edu.co/ No. 200, diciembre 2009.
http://lapalabra.univalle.edu.co/literatura_diciembre09.htm Allí texto completo y fotografías.
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*** ACTUALIZACIÓN al 2 de Diciembre de 2009
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--> ARCADIA , No. 50. Nov. 24 a Dic. 15, 2009. Pag. 8
Los libros que Arcadia quisiera ver en la lista de los más
Cuestión de familia, Tim Keppel, Alfaguara
Después de sorprender con su libro de cuentos , el escritor norteamericano, residente en Cali, conmueve con esta hermosa novela sobre la figura de la madre.
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Portal-blog desarrollado y complementario a NTC …
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*** ACTUALIZACIÓN AL 30 de Noviembre de 2009.
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LIBROS Tim Keppel , “Cuestión de familia”
Madre sólo hay una
La problemática relación filial en una novela que en realidad es un libro de cuentos.
Por Luis Fernando Afanador
Revista Semana, Bogotá, Sábado 28 Noviembre 2009 http://www.semana.com/noticias-cultura/madre-solo/132026.aspx
Imagen: http://www.semana.com/photos/1439/ImgArticulo_T1_67245_20091128_162608.jpg
Tim Keppel , Cuestión de familia, Alfaguara, 2009, 238 páginas.
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LIBROS Tim Keppel , “Cuestión de familia”*** ACTUALIZACIÓN AL 30 de Noviembre de 2009.
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LIBROS Tim Keppel , “Cuestión de familia”
Madre sólo hay una
La problemática relación filial en una novela que en realidad es un libro de cuentos.
Por Luis Fernando Afanador
Revista Semana, Bogotá, Sábado 28 Noviembre 2009 http://www.semana.com/noticias-cultura/madre-solo/132026.aspx
Imagen: http://www.semana.com/photos/1439/ImgArticulo_T1_67245_20091128_162608.jpg
Tim Keppel , Cuestión de familia, Alfaguara, 2009, 238 páginas.
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Madre sólo hay una
La problemática relación filial en una novela que en realidad es un libro de cuentos.
Por Luis Fernando Afanador
Revista Semana, Bogotá, Sábado 28 Noviembre 2009 http://www.semana.com/noticias-cultura/madre-solo/132026.aspx
Imagen: http://www.semana.com/photos/1439/ImgArticulo_T1_67245_20091128_162608.jpg
Tim Keppel , Cuestión de familia, Alfaguara, 2009, 238 páginas
En la contraportada se anuncia Cuestión de familia como la primera novela de Tim Keppel tras publicar el libro de cuentos Alerta de terremoto. Si se lee entre líneas, eso significa que el buen cuentista que habíamos conocido debuta al fin en el género supremo de esta época, el más popular y el más comercial: la novela. ¿Tim Keppel llega a su mayoría de edad literaria y deja sus locuras juveniles de cuentista? Siento decirlo, pero este libro no es una novela: es un buen libro de cuentos, lo cual no es fácil ni es poco, aunque ello le produzca cierta vergüenza a su editorial.
Una madre posesiva y un hijo tratando de escapar a su yugo: tal es el tema que se retoma en cada uno de los relatos. Si lo leemos como una novela, es una historia que patina, reiterativa, débil en su trama y en el tiempo narrativo: la madre muere en el primer capítulo y luego aparece viva para volver a morir, y así sucesivamente. El hijo, igual: en Colombia, en Estados Unidos, en Colombia, en Estados Unidos, sin que nos importe mucho, lo mismo que el hecho de si accede o no a escribir las memorias de su madre. Si lo leemos como un libro de cuentos, despreocupados por avanzar en la supuesta acción unificadora que no existe, en vez de renegar –o abandonarla, puede haber ese peligro– nos vamos familiarizando con el mundo de Carl y lo que realmente importa: la afirmación de su deseo como un deseo distinto al de su madre. “Deseoso es el que huye de su madre”, decía Lezama Lima, tesis que suscribe Carl al pie de la letra aunque nunca haya leído al escritor cubano, a quien supera: Carl huye bastante más lejos de su madre que Lezama.
Lo que importa es el tema, no la trama. El mismo tema que es abordado en cada relato con un énfasis distinto (y, por cierto, con una prosa directa, escueta, efectiva). Por eso son autónomos y por eso, en conjunto, sus vasos comunicantes consiguen una visión unitaria. ¿Quién dijo que los libros de cuentos, como las novelas, no dan cuenta de un universo personal? Cortazariánamente dicho: los cocos aquí apilados pertenecen al mismo montoncito.
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Publicaciones de NTC … sobre el libro y su autor:
http://tikentc.blogspot.com/2009_09_14_archive.html
http://tikentc.blogspot.com/2009/10/cuestion-de-familia-una-novela-que.html
http://tikentc.blogspot.com/2009_11_15_archive.html
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Actualización Noviembre 19, 2009
Imagen en Don Juan (Click sobre las imágenes para ampliarlas y hacerlas legibles. Click en "Atrás" en la barra para regresar al aquí)
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REVISTA Don Juan:
DonJuan hace una selección de los títulos más atractivos para rematar el año con una obra imperdible. En su defecto, será un buen regalo.
http://www.revistadonjuan.com/abclibros/los-libros-que-hay-que-tener-para-diciembre/6561528
Cuestión de familia. Tim Keppel. Alfaguara (238 págs.)
Keppel ha sabido convertirse en un autor responsable. Desde Alerta de terremoto sorprendió con una prosa rápida, fácil y cuidadosa que mostró a un estadounidense que descubrió en sus cuentos una Colombia que nadie había visto. Ahora, en Cuestión de familia, hace un divertido relato de una mamá que no le da tregua a su hijo y que le pide que redacte sus memorias antes de morir de cáncer. Es una novela que puede matar de la risa.
http://www.revistadonjuan.com/abclibros/los-libros-que-hay-que-tener-para-diciembre/6561528
Cuestión de familia. Tim Keppel. Alfaguara (238 págs.)
Keppel ha sabido convertirse en un autor responsable. Desde Alerta de terremoto sorprendió con una prosa rápida, fácil y cuidadosa que mostró a un estadounidense que descubrió en sus cuentos una Colombia que nadie había visto. Ahora, en Cuestión de familia, hace un divertido relato de una mamá que no le da tregua a su hijo y que le pide que redacte sus memorias antes de morir de cáncer. Es una novela que puede matar de la risa.
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UN Radio, 19 de November, 2009
Entrevista, escuchar en
http://www.unradiobogota.unal.edu.co/index.php?id=309&tx_ttnews%5btt_news%5d=18853&tx_ttnews%5bbackPid%5d=200&tx_cegallery_pi1%5balbum%5d=0&cHash=fc29aabd74 (si no funciona con Explorer se sugiere utilizar Mozila u otros navegador) .
Cuestión de familia
http://www.unradiobogota.unal.edu.co/index.php?id=309&tx_ttnews[tt_news]=18852&tx_ttnews[backPid]=200&tx_cegallery_pi1[album]=0&cHash=2e355f8694
Cuestión de familia / 19 de November
http://www.unradiobogota.unal.edu.co/index.php?id=309&tx_ttnews[tt_news]=18857&tx_ttnews[backPid]=288&cHash=d30861e4bc
Radicado ahora en Colombia para trabajar en la Universidad del Valle, el profesor Tim Keppel lanza la novela Cuestión de familia, donde el personaje central es una madre que sabe pronto llegará el fin de sus días, entonces todo aquello que sobresale en su vibrante personalidad se agudiza. Mi madre siempre fue una astuta jugadora de de bridge, expresaba el hijo, la otra voz insistente, y entraña de esa madre que según él, tenía la justa medida de todo, y que además quiere siempre dejar ver la dualidad que llevamos todos. De un lado somos individuos, y del otro, parte de una familia. Inclusive, expresa el hijo de esta mujer, llevaba la cuenta precisa de las cartas que iban saliendo en el propio juego de la vida y sabía por ello entonces, qué tenía cada uno de los miembros de su familia y su entorno. Cuestión de familia es una novela corta, con muchos cambios de espacio y tiempo, impregnada de la huella de una generación que para su autor, Tim Keppel, siempre tiene algo que ganar y también algo que perder.
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http://www.unradiobogota.unal.edu.co/index.php?id=309&tx_ttnews[tt_news]=18852&tx_ttnews[backPid]=200&tx_cegallery_pi1[album]=0&cHash=2e355f8694
Cuestión de familia / 19 de November
http://www.unradiobogota.unal.edu.co/index.php?id=309&tx_ttnews[tt_news]=18857&tx_ttnews[backPid]=288&cHash=d30861e4bc
Radicado ahora en Colombia para trabajar en la Universidad del Valle, el profesor Tim Keppel lanza la novela Cuestión de familia, donde el personaje central es una madre que sabe pronto llegará el fin de sus días, entonces todo aquello que sobresale en su vibrante personalidad se agudiza. Mi madre siempre fue una astuta jugadora de de bridge, expresaba el hijo, la otra voz insistente, y entraña de esa madre que según él, tenía la justa medida de todo, y que además quiere siempre dejar ver la dualidad que llevamos todos. De un lado somos individuos, y del otro, parte de una familia. Inclusive, expresa el hijo de esta mujer, llevaba la cuenta precisa de las cartas que iban saliendo en el propio juego de la vida y sabía por ello entonces, qué tenía cada uno de los miembros de su familia y su entorno. Cuestión de familia es una novela corta, con muchos cambios de espacio y tiempo, impregnada de la huella de una generación que para su autor, Tim Keppel, siempre tiene algo que ganar y también algo que perder.
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Indice:
Tim Keppel. Textos en inglés. , http://tikentcingles.blogspot.com/
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'Cuestión de familia', una novela que lleva al límite. Tim Keppel.
.
'Cuestión de familia', una novela que lleva al límite. Tim Keppel.
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Fantástica. Esta novela, ... . CUESTIÓN DE FAMILIA. Tim Keppel
http://tikentc.blogspot.com/2009_11_07_archive.html
http://tikentc.blogspot.com/2009_11_07_archive.html
++++++
Julio César Londoño en Gaceta (El País, Cali). Nov. 15, 2009. Entrevista (Fragmento final)
....
Tres cuentistas colombianos?
¿Pueden ser cuatro?. Roberto Rubiano, Tomás González, José Zuleta y Tim Keppel .
¡Pero Tim Keppel es estadounidense!
Sí, pero ha escrito cuentos colombianos perfectos.
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Al margen. Por: Germán Patiño
EL País, Cali. Noviembre 16 de 2009
EL País, Cali. Noviembre 16 de 2009
http://www.elpais.com.co/HOY/OPN/opi1.html
Publica y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Nov. 1, 2009
Me leí de un tirón la novela de Tim Keppel, Cuestión de familia. Debo aclarar que, como no oficio de profesor de literatura ni crítico literario, éste es en realidad el máximo elogio que puedo hacer a una novela.
Soy celoso guardián de mi tiempo y, en términos generales, debo decir que no me leo un libro de ficción que no me atrape desde el comienzo, así me digan que se trata de la obra de un premio Nobel de Literatura. Y estoy listo a abandonarlo en cualquier momento si siento que decae o que la historia pierde interés.
Leí Cuestión de familia con el mismo gesto con el que he leído otras novelas atrapantes: sin poderme desprender de ella ni para ir al baño, sin contestar al teléfono, sin permitir cualquier distracción que me interrumpiera. De hecho, creo que olvidé varias responsabilidades durante las horas que consumí en su lectura.
Desde luego, me resultó fascinante. Al principio pensé que me iba a encontrar con una trama sensiblera, muy al estilo de El olvido que seremos de Héctor Abad, pero la verdad hallé algo muy distinto. Una historia de familia narrada con escalpelo, sin concesiones al amor filial y, en ocasiones una historia dura.
Al mismo tiempo, un total compromiso del narrador, tal vez el mismo autor, tal vez no, situado a caballo entre Raleigh, la pequeña Capital de Carolina de Norte y Cali, la bulliciosa ciudad del trópico suramericano. Y el caballo es su madre, Fran, un personaje femenino extraordinario, que mantiene al narrador y a sus lectores con el alma en vilo, sin que se requiera de nada siniestro o espectacular para que así suceda.
Cuestión de familia es la literatura en su mejor expresión: la escritura como obra de arte.
Y desde esta perspectiva resulta un libro fundamental que debiera ser leído con cuidado por los aspirantes a escritores y con alegría por los lectores comunes. Sin duda la mejor novela publicada en Colombia en el año 2009, y espero que sea una de las mejores también en Estados Unidos, pues entiendo que fue escrita en inglés.
En ella, Keppel, un gringo que parece más caleño que muchos de nuestros caleños chicaneros, da muestras de su particular maestría en el manejo de la tensión del cuento, hilvanado uno tras otro en cada capítulo, pero además engarzándolos con precisión, para componer una novela que se lee sin que el interés decaiga y en la cual el lector nunca puede saber si el hijo que narra satisfacerá el último pedido de su madre: escribir sus memorias.
Sólo al terminar la novela nos enteramos que el narrador, otro personaje bien logrado, lleno de fobias y de prevenciones, sin duda un personaje edípico que, negándose siempre, al final lo que nos entrega es el volumen de las memorias de su madre, un personaje digno de admiración y del mayor respeto.
Keppel se burla de sus lectores de buena manera, llevándolos a donde él quiere que vayan sin que se den cuenta, en una clara demostración de su virtuosismo como escritor de ficciones. Y todos le quedamos debiendo a Fran, un inolvidable personaje femenino, que tal vez merecía más amor del que recibió en vida.
En fin, estamos ante una novela clave para nuestras letras, así su trama se ubique más en los Estados Unidos que en Colombia y así los brillantes trozos de sociedad en acción se refieran más a una pequeña ciudad de la provincia estadounidense que a alguna de nuestras relajadas ciudades.
Cuestión de familia, el mejor regalo para estas navidades.
Publica y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Nov. 1, 2009
Me leí de un tirón la novela de Tim Keppel, Cuestión de familia. Debo aclarar que, como no oficio de profesor de literatura ni crítico literario, éste es en realidad el máximo elogio que puedo hacer a una novela.
Soy celoso guardián de mi tiempo y, en términos generales, debo decir que no me leo un libro de ficción que no me atrape desde el comienzo, así me digan que se trata de la obra de un premio Nobel de Literatura. Y estoy listo a abandonarlo en cualquier momento si siento que decae o que la historia pierde interés.
Leí Cuestión de familia con el mismo gesto con el que he leído otras novelas atrapantes: sin poderme desprender de ella ni para ir al baño, sin contestar al teléfono, sin permitir cualquier distracción que me interrumpiera. De hecho, creo que olvidé varias responsabilidades durante las horas que consumí en su lectura.
Desde luego, me resultó fascinante. Al principio pensé que me iba a encontrar con una trama sensiblera, muy al estilo de El olvido que seremos de Héctor Abad, pero la verdad hallé algo muy distinto. Una historia de familia narrada con escalpelo, sin concesiones al amor filial y, en ocasiones una historia dura.
Al mismo tiempo, un total compromiso del narrador, tal vez el mismo autor, tal vez no, situado a caballo entre Raleigh, la pequeña Capital de Carolina de Norte y Cali, la bulliciosa ciudad del trópico suramericano. Y el caballo es su madre, Fran, un personaje femenino extraordinario, que mantiene al narrador y a sus lectores con el alma en vilo, sin que se requiera de nada siniestro o espectacular para que así suceda.
Cuestión de familia es la literatura en su mejor expresión: la escritura como obra de arte.
Y desde esta perspectiva resulta un libro fundamental que debiera ser leído con cuidado por los aspirantes a escritores y con alegría por los lectores comunes. Sin duda la mejor novela publicada en Colombia en el año 2009, y espero que sea una de las mejores también en Estados Unidos, pues entiendo que fue escrita en inglés.
En ella, Keppel, un gringo que parece más caleño que muchos de nuestros caleños chicaneros, da muestras de su particular maestría en el manejo de la tensión del cuento, hilvanado uno tras otro en cada capítulo, pero además engarzándolos con precisión, para componer una novela que se lee sin que el interés decaiga y en la cual el lector nunca puede saber si el hijo que narra satisfacerá el último pedido de su madre: escribir sus memorias.
Sólo al terminar la novela nos enteramos que el narrador, otro personaje bien logrado, lleno de fobias y de prevenciones, sin duda un personaje edípico que, negándose siempre, al final lo que nos entrega es el volumen de las memorias de su madre, un personaje digno de admiración y del mayor respeto.
Keppel se burla de sus lectores de buena manera, llevándolos a donde él quiere que vayan sin que se den cuenta, en una clara demostración de su virtuosismo como escritor de ficciones. Y todos le quedamos debiendo a Fran, un inolvidable personaje femenino, que tal vez merecía más amor del que recibió en vida.
En fin, estamos ante una novela clave para nuestras letras, así su trama se ubique más en los Estados Unidos que en Colombia y así los brillantes trozos de sociedad en acción se refieran más a una pequeña ciudad de la provincia estadounidense que a alguna de nuestras relajadas ciudades.
Cuestión de familia, el mejor regalo para estas navidades.
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LIBROS. A un mes largo de Navidad vale la pena hacer un corte de cuentas con las apuestas editoriales en narrativa colombiana de fin de año.
Aunque muchos editores coinciden en que este no ha sido el mejor año para la literatura en Colombia, y en que las publicaciones literarias sufrieron las reestructuraciones y los recortes propios de un mundo en crisis, también es cierto que hubo apuestas. Y algunas cuantiosas.
El primer ejemplo es el premio La otra orilla, de editorial Norma, que coincidencialmente recayó esta vez en un colombiano y cuyo monto subió de 30.000 a 100.000 dólares. Necrópolis, del bogotano Santiago Gamboa, es una especie de palimpsesto de sus novelas anteriores. El tema de la figura del escritor en estos tiempos se inscribe una extensa trama que se sucede en Jerusalén en el marco de un congreso al que asisten, entre otros, una actriz porno italiana, un escritor colombiano, un biógrafo francés, un empresario colombiano y un ex pastor evangélico de Miami, José Maturana, que supone a un guiño a uno de sus personajes más recordados, el policía Aristófanes Moya, de Perder es cuestión de método. Se trata, según ha confesado el autor en numerosas entrevistas, de una metáfora del mundo globalizado en una ciudad cercada por la guerra. Dicha metáfora, a pesar de funcionar por momentos, se pierde en una escritura a ratos poco cuidada, cuyas páginas se suceden con el afán de quien quiere terminar un libro antes que ahondar en las sicologías de sus personajes. Es cierto que el suyo es un texto ambicioso que quiere cruzar escenarios, nacionalidades, formas de mirar el mundo, pero también lo es que, debido a esa ambición, por momentos resulta farragoso.
Otro de los autores por los que apuesta la editorial Norma es Sergio Ocampo Madrid, quien publicó hace apenas unos meses su primer libro de cuentos, A Larissa no le gustaban los Escargots. Se trata de un volumen compuesto por nueve cuentos muy bien escritos, a los que le sobra calidad, aunque a veces el autor caiga en la trampa de adjetivar y buscar un léxico algo sobre-escrito. Sin embargo, sus tramas, que pasaron inadvertidas para la crítica, dan fe de que la suya es una apuesta que trascenderá si insiste en perseguir personajes bien trazados, verosímiles, y algunos entrañables.
En la misma editorial, la semana entrante se publicará un nuevo libro del escritor chocoano Óscar Collazos, que, para su editor, Gabriel Iriarte, es un policíaco centrado en la muerte violenta de un antiguo jefe paramilitar. "Aunque está centrada en la trama que busca descubrir la causa y el autor del asesinato del paramilitar, también penetra en el siniestro mundo criminal de estas organizaciones al margen de la ley".
Aunque muchos editores coinciden en que este no ha sido el mejor año para la literatura en Colombia, y en que las publicaciones literarias sufrieron las reestructuraciones y los recortes propios de un mundo en crisis, también es cierto que hubo apuestas. Y algunas cuantiosas.
El primer ejemplo es el premio La otra orilla, de editorial Norma, que coincidencialmente recayó esta vez en un colombiano y cuyo monto subió de 30.000 a 100.000 dólares. Necrópolis, del bogotano Santiago Gamboa, es una especie de palimpsesto de sus novelas anteriores. El tema de la figura del escritor en estos tiempos se inscribe una extensa trama que se sucede en Jerusalén en el marco de un congreso al que asisten, entre otros, una actriz porno italiana, un escritor colombiano, un biógrafo francés, un empresario colombiano y un ex pastor evangélico de Miami, José Maturana, que supone a un guiño a uno de sus personajes más recordados, el policía Aristófanes Moya, de Perder es cuestión de método. Se trata, según ha confesado el autor en numerosas entrevistas, de una metáfora del mundo globalizado en una ciudad cercada por la guerra. Dicha metáfora, a pesar de funcionar por momentos, se pierde en una escritura a ratos poco cuidada, cuyas páginas se suceden con el afán de quien quiere terminar un libro antes que ahondar en las sicologías de sus personajes. Es cierto que el suyo es un texto ambicioso que quiere cruzar escenarios, nacionalidades, formas de mirar el mundo, pero también lo es que, debido a esa ambición, por momentos resulta farragoso.
Otro de los autores por los que apuesta la editorial Norma es Sergio Ocampo Madrid, quien publicó hace apenas unos meses su primer libro de cuentos, A Larissa no le gustaban los Escargots. Se trata de un volumen compuesto por nueve cuentos muy bien escritos, a los que le sobra calidad, aunque a veces el autor caiga en la trampa de adjetivar y buscar un léxico algo sobre-escrito. Sin embargo, sus tramas, que pasaron inadvertidas para la crítica, dan fe de que la suya es una apuesta que trascenderá si insiste en perseguir personajes bien trazados, verosímiles, y algunos entrañables.
En la misma editorial, la semana entrante se publicará un nuevo libro del escritor chocoano Óscar Collazos, que, para su editor, Gabriel Iriarte, es un policíaco centrado en la muerte violenta de un antiguo jefe paramilitar. "Aunque está centrada en la trama que busca descubrir la causa y el autor del asesinato del paramilitar, también penetra en el siniestro mundo criminal de estas organizaciones al margen de la ley".
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Por el lado de la editorial Alfaguara, tres son apuestas de cara a Navidad. La primera novela del escritor norteamericano Tim Keppel, Cuestión de familia ( 1 , 2 ) , un libro honestísimo como el que más, que cuenta la historia de la tensa relación entre una madre y un hijo que están despidiéndose debido a la inminente muerte de esta. Keppel, cuyo primer libro de cuentos, Alerta de terremoto, fue muy celebrado por la crítica, se mantuvo alejado de la tentación de escribir en un registro distinto al que lo consagró, e intentó, a través de esta trama episódica en la cual se cuenta la historia de un profesor que vive en Cali y que debe asistir al funeral de su madre, una interesante vuelta de tuerca al papel tradicional del padre en la literatura, que muestra la complejidad de un personaje femenino.
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De otro lado, en la misma editorial se publicó Los salmos de la sangre, una serie de crónicas literarias con las cuales Luis Barros Pavajeau se perfila como un discreto e interesante escritor. En esta ocasión, Barros decidió investigar en el mundo de los enfermos de sida, para, a la manera de un viejo cronista, construir una serie de voces literarias sobre los efectos del mal del siglo. En esa misma clave, Alfredo Molano, ya con una tradición de décadas, presentó Ahí les dejó los fierros, un interesante libro de historias de vida llenas de metáforas sobre el país revuelto en que se convirtió Colombia: un ex paramilitar, un ideólogo de la izquierda de clase media, una informante de los paras...
Por el lado de Seix Barral y Planeta, los nombres son los de Carolina Cuervo, Roberto Burgos y Miguel Ángel Manrique, con dos libros de cuentos, los primeros, y una novela, el segundo. El de Cuervo, que sale a librerías en dos semanas, promete ser una verdadera sorpresa de una actriz que estudió literatura y que ya ha dado muestras de su talento al escribir obras de teatro. El caso de Burgos es todo lo contrario. El suyo, se podría decir, es un libro que lo consagra como uno de los mejores autores de relatos del país con Una siempre es la misma, una serie de siete cuentos que exploran temas que ya han sido tratados por el autor en otros libros como Lo amador: la muerte, la feminidad, el choque cultural entre el campo y la ciudad, y el fracaso. Y la novela de Manrique, Disturbio, ha sido comentada con entusiasmo por parte de críticos como Luis Fernando Afanador, de SEMANA, quien dijo en su columna de hace dos meses: "Sí, esta novela de campus es bastante divertida -me reí a mares, gracias- y expresa muy bien la inconformidad contra la enseñanza de la literatura, la institución universitaria y también las crisis y las angustias de los jóvenes".
La editorial Pre-Textos, que ha publicado en los últimos tiempos autores colombianos como Darío Jaramillo, se lanzó con la segunda novela del escritor Rafael Baena, después de su muy bien recibida primera narración Tanta sangre vista. En ¡Vuelvan caras, carajo! Baena recupera a Juan José Rondón, uno de los menos recordados personajes de la historia de la independencia. Y lo hace echando mano de un celebrado uso del lenguaje y de un recurso muy caro a la literatura: las memorias. En su novela, se desbocan los caballos en un gran panorámico de las guerras de independencia, gracias a la voz de Angus Malone, un escocés que viene a tierras venezolanas y colombianas como instructor de jinetes y que termina encariñado con el negro Rondón y las peripecias de la soldadesca.
A pesar de la crisis, los grandes grupos editoriales lanzaron novedades que bien vale la pena leer y regalar en Navidad. Así como los anteriores, otros de los lanzamientos del año que deberían ser tenidos en cuenta para los aguinaldos son Autogol, de Ricardo Silva Romero; Demasiados héroes, de Laura Restrepo; El país de la Canela, del premio Rómulo Gallegos William Ospina, y la reedición de Los almuerzos, del premio a Mejor ficción extranjera del periódico The Independent, Evelio Rosero.
Por el lado de Seix Barral y Planeta, los nombres son los de Carolina Cuervo, Roberto Burgos y Miguel Ángel Manrique, con dos libros de cuentos, los primeros, y una novela, el segundo. El de Cuervo, que sale a librerías en dos semanas, promete ser una verdadera sorpresa de una actriz que estudió literatura y que ya ha dado muestras de su talento al escribir obras de teatro. El caso de Burgos es todo lo contrario. El suyo, se podría decir, es un libro que lo consagra como uno de los mejores autores de relatos del país con Una siempre es la misma, una serie de siete cuentos que exploran temas que ya han sido tratados por el autor en otros libros como Lo amador: la muerte, la feminidad, el choque cultural entre el campo y la ciudad, y el fracaso. Y la novela de Manrique, Disturbio, ha sido comentada con entusiasmo por parte de críticos como Luis Fernando Afanador, de SEMANA, quien dijo en su columna de hace dos meses: "Sí, esta novela de campus es bastante divertida -me reí a mares, gracias- y expresa muy bien la inconformidad contra la enseñanza de la literatura, la institución universitaria y también las crisis y las angustias de los jóvenes".
La editorial Pre-Textos, que ha publicado en los últimos tiempos autores colombianos como Darío Jaramillo, se lanzó con la segunda novela del escritor Rafael Baena, después de su muy bien recibida primera narración Tanta sangre vista. En ¡Vuelvan caras, carajo! Baena recupera a Juan José Rondón, uno de los menos recordados personajes de la historia de la independencia. Y lo hace echando mano de un celebrado uso del lenguaje y de un recurso muy caro a la literatura: las memorias. En su novela, se desbocan los caballos en un gran panorámico de las guerras de independencia, gracias a la voz de Angus Malone, un escocés que viene a tierras venezolanas y colombianas como instructor de jinetes y que termina encariñado con el negro Rondón y las peripecias de la soldadesca.
A pesar de la crisis, los grandes grupos editoriales lanzaron novedades que bien vale la pena leer y regalar en Navidad. Así como los anteriores, otros de los lanzamientos del año que deberían ser tenidos en cuenta para los aguinaldos son Autogol, de Ricardo Silva Romero; Demasiados héroes, de Laura Restrepo; El país de la Canela, del premio Rómulo Gallegos William Ospina, y la reedición de Los almuerzos, del premio a Mejor ficción extranjera del periódico The Independent, Evelio Rosero.
Entre las novedades también se vieron varios libros de cuentos, a veces tan escasos. Dos de los más esperados fueron ‘A Larissa no le gustaban los escargots’ de Sergio Ocampo Madrid, y ‘Cuestión de familia’, de Tim Keppel.
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